El Rastro / Sí

Vaya por delante que cuando el tema «Sí» fue incluido en el LP «Rock del Manzanares. ¡Viva el Rollo! Vol. 2» (Chapa, 1978), a este tema y a otros de Cucharada, Unión Pacific, Leño, etc. se les añadió una entrada con alguna frase que pretendía justificar el proyecto y que no existía en la grabación original. La frase, pretendidamente graciosa, que se le endilgó a esta canción no tiene pies ni cabeza ni responde a la idea de los músicos y compositores del tema, que siempre fueron absolutamente respetuosos con cualquier estilo musical.

Una larga entrada instrumental de guitarra, teclado y viento crea la tensión necesaria para introducir el inicio de la canción que Pedro canta con reminiscencias de grupos andaluces de la época como Triana. Sigue un solo de guitarra en la que Javier explora en pocos segundos varios sonidos muy distintos de su instrumento y la segunda estrofa cantada a la que sigue un coro y un riff de guitarra que se repite en varias ocasiones. El cambio viene protagonizado por una magnífica guitarra eléctrica con un sonido simple, secundada por la guitarra acústica y contestada por una breve entrada de sintetizador que desemboca en un escalofriante solo de guitarra muy de la época de la música progresiva rematado con un final inesperado, malogrado de nuevo por el añadido de un comentario que nada tiene que ver con la grabación, que fue añadido posteriormente por la producción del Mariscal Romero.

El tema no es una maravilla y fue grabado deprisa y con pocos medios, pero es muy representativo de la música que se hacía en la época (1977-78) y brilla en él la majestuosa guitarra de Javier Esteve. La escasa duración que permitían los singles de la época impide también desarrollos instrumentales más largos. Tal vez no haya envejecido demasiado bien, pero es un documento histórico interesante que no debe caer en el olvido.

En cuanto a «El Rastro», se trata de un instrumental que acaba nada más y nada menos que con el chotis «Madrid» tocado por un organillo. Todo un pastiche que, como he mencionado antes, no hace justicia a la calidad que la banda atesoraba.