El Momento Único

De la mano de Sones se unen dos grupos –Manos de Topo, Tarántula– para entregarnos un split de cuatro canciones que sirve de algún modo de adelanto de sus respectivas terceras entregas, previstas para otoño del mismo año. Dos grupos que, como se indica en la hoja de promo, poco tienen que ver estilísticamente entre sí, pero que, al margen de tener ambos una fuerte personalidad, están inmersos en una intensa renovación de miras.

La edición, editada en vinilo de 12″ cuenta con una portada elaborada al alimón por Miguel Noguera y Jonathan Millán, que ya colaboraran el año anterior en ese estupendo libro que es «Hervir un Oso» (Belleza Infinita, 2010).

En la cara A Manos de Topo nos presentan «Culo de cristal» y «Amor primitivo», ambas instrumentalmente muy buenas y, con una voz que, a estas alturas, a uno ya no debe pillarle por sorpresa: a muchos les seguirá espantando, y a otros muchos les seguirá epatando, con ese desmedido dramatismo a lo Danza Invisible pero elevado a la enésima potencia. Incorpora la primera vientos, dotándola de mayor epicidad (si cabe). La segunda es más ensoñadora y, para un servidor, se erige como la mejor canción que han compuesto hasta la fecha, con empaque abrumador y un sonido contundente que reafirma su personalísima propuesta, en la que creen ciegamente y la cual no dejan que sus detractores doblegue -muy loable esto último. Además en un formato propicio, el corto, se evita que llegue a empalagar.

Tarántula, sin embargo, sorprende más. Acostumbrados a un sonido más electro-pop, dan de lado la caja de ritmos para regalarnos una primera canción, «Ataúd de hierro», que sigue las geometrías más fronterizas de Los Claveles, y por ende de Gabinete Caligari o Radio Futura. Cerrando el split, un medio tiempo, «Te han visto aislada», que recuerda a clásico rock imperecedero al estilo de los que hacían gente como Toreros Muertos o Glutamato Ye-yé, y en la que un servidor nota mucho la mano de Joe Crepúsculo, quizás por la senda tomada por este último.

El trabajo cumple su propósito: hacer que esperemos con avidez las nuevas entregas de ambas formaciones.