Cometas por el Cielo

Tras el ciertamente absurdo «Nuestra Casa a la Izquierda del Tiempo» (Sony, 2009), álbum del que, aun hoy, algunos desconocen su existencia, La Oreja de Van Gogh se pone las pilas y prepara este «Cometas por el Cielo» (Sony, 2011) poniendo en el asador todo aquello de lo que aquel adolecía y que se les requería tras el flojete «A las Cinco en el Astoria» (Sony, 2008); esto es, sonido potente, moderno y vital. Inmediatamente uno se hace cargo de que hay mucha más energía en este disco que en los otros dos publicados con Leire como vocalista. Dicha responsabilidad recae en Simon Nordberg, productor sueco que ha trabajado con diversas figuras de su país pero cuya proyección internacional recae fundamentalmente en labores más técnicas.

El caso, en fin, está en que, esa energía, ¿resulta real o impostada? Pues un poco de cada. Hay momentos, y como ya viene siendo habitual en la banda, en los que abunda un exceso de melodramatismo en ciertas composiciones, lo cual siempre resulta artificioso si uno no es un auténtico maestro. Huelga decir que ellos no lo son. «El tiempo a solas» adolece de dicho problema. Los arreglos orquestales, heredados de su fallido anterior álbum y que aquí aparecen en multitud de ocasiones, empañan «Las noches que no mueren» y, sobre todo, «Un minuto más«, que habrían funcionado perfectamente -mucho mejor, de hecho- sin ellos. ¡Innecesaria grandilocuencia, en absoluto solicitada! Qué bien estarían canciones como «Mientras quede por decir una palabra» sin tanta arquitectura.

Lo bueno reside, claro está, cuando LODVG ofrecen lo que saben hacer, pop sin más, sin rollos ni cuentos. «Mi calle es Nueva York«, la titular o «Día cero«, también algo sobreproducidas como aquellas, pero por fin solventes.

La expectación levantada por su sencillo de adelanto, «La niña que llora en tus fiestas«, dibuja muy bien la situación de la banda: se requería algo con fuerza que les revitalizara entre sus seguidores y el mercado en general. Lo consiguen a duras penas, ya que, si bien logran llegar al número 1 en ventas la misma semana de su lanzamiento, sus días dorados en lo creativo parecen ya pasados, en cualquier caso.