Caja Negra

Primer álbum de estudio de Natos y Waor tras los experimentos en las primeras maquetas de años anteriores. Para su elaboración el dúo madrileño trabajó integramente en El Mundo es Tuyo Studios, donde Are se encargó de grabación y mezcla.

Se dejaron ayudar por Ceerre, Lone, Cool, Doser y Cheb RubënAñade este contenido, que aportan fraseos en media decena de los cortes, mientras que la cuestión instrumental la dejaron en manos de Lasio («Cuentas pendientes«, «Contar hasta diez«, «Excesos» y «Remember«), Rapha («Morir joven«), Tork («Maquiavelo«), Big Sábanas («Sabor amargo«), P. Candela («Sigo vivo«), Cassady («Qué guapo estás callado«) y SokeThugProducciones («Recuperando el tiempo perdido«).

Diseño a cargo de Jorge Solodesigns de blancos y negro, tanto para la portada como para las fotos del dúo (en las que también ayudó Folly), a juego con el tono de «oscuridad y nostalgia» que dicen contienen los 11 temas. Y es que efectivamente el mensaje que transmiten en la mayor parte del disco bien se puede resumir en el mantenerse vivo a duras penas (hay que buscarse la vida porque la muerte viene sola), si la cadena de autodestrucción con la que combatir el tedio y desesperación diarios (el sabor amargo, rutina y descontrol) no acaba antes contigo.

Alcohol de fin de semana que no sólo no sirve de ayuda («Estoy borracho, no contento«) sino que es antesala de resacas insorportables. «Como siga saliendo de fiesta, no salgo de ésta» dicen en «Fuck fame«, mientras que en «Excesos» reconocen que de seguir al mismo ritmo no se ven capaces de llegar a ser viejos con un trabajo como quieren.

Crónicas del día a día marcados por la insatisfacción : «Quiero ser feliz pero se me resiste«, dicen en «Remember«, donde se sienten cansados de todo, vomitando vodka y viendo la vida como una sucesión de despedidas, abandonándose: «Dejo que la rueda gire y el carro decida«. Ser un chaval normal, un borracho, un loco («Fuck fame«) y tener claro si bien esa búsqueda es el objetivo principal, hay un plan B en caso de no lograrse: «Daría lo que fuera por volver a ilusionarme, pero prefiero que me chupes la polla a la sangre«.

Y es que muestran con la misma contundencia explícita la reafirmación personal «Faltaba a clase y ahora me escuchan los hijos del profe» como su relación con las mujeres: desde intercambio concertado de placer («Sólo me arrodillo para comerte el coño«, «Chúpame la polla y te como el chocho.. Trato hecho«, «Aún tengo la forma de tus tetas en mis manos, el sabor de tu coño en mis labios entrecortados«) hasta el trato complaciente («A ti te tengo calada, en el doble sentido de la palabra«, lo tienes claro si piensas que voy a ir detrás de ti).

Musicalmente combinan ambientes de barriada americana, con un punto funk y de break dance clásico («Morir joven«), tonos flamencos («Excesos«) o de punteos japoneses («Sigo vivo«). «Sabor amargo» parece tomar el aire prestado a Alan Parsons Project, pero quizás sea la intriga amenazante de «Maquiavelo» o la suavidad de «Remember» donde mejor atrapen.