Seguramente el disco más promocionado radiofónicamente de los tres que se editaron con temas del doble LP: “Templo” (Ariola, 1987). Encabezado por una canción de amor carnal con órgano de tonos eclesiásticos, coros que se hacen eco de las palabras del cantante, y batería machacona para repetir incesantemente: “es un milagro cada vez que me amas” a modo de deseado estribillo que separa estrofas cargadas de referencias religiosas entre quejidos de un saxofón alto.