Despedida de Los Puntos con un largo tema repartido en las dos caras de un single. Aromas discotequeros al uso de los últimos 70 con gotas y hasta chorros de sonido Filadelfia y un cierto parecido sospechoso a “Fly, Robin, fly”, una de las canciones discotequeras estrella en la década.
Poco lustre para este disco que pasó con más pena que gloria y que supone una rareza en la discografía de este grupo almeriense, que supo llegar mucho más allá de su tierra sin abandonar sus raíces vitales y musicales.