A Voluntad del Cielo

Camilo regresa a la actividad como cantante con este LP producido por él mismo y por un tal Augusto César. Se edita primero en México y luego en España. Segundas partes nunca fueron buenas y esto no es una excepción. Ni las facultades cantarinas, ni su sensibilidad para letras y músicas son las mismas ya y esta obra no aporta nada a su larga y fructífera carrera como cantante. Su regreso es saludado por sus cientos de miles de fans americanos, pero como suele ocurrir en estos casos, el interés de sus actuaciones en vivo radica más en escuchar sus viejos éxitos, demandados por sus seguidores, que en sus nuevos temas.

Con todo, este LP consigue un monumental éxito en Hispanoamérica, ocupando el primer puesto de la revista Billboard, en su división de música latina. En buena medida, este éxito, hasta cierto punto inesperado, es debido a la canción “Amor mío, ¿qué me has hecho?», que vendería horrores en aquellas latitudes y que también en España se escucharía bastante, aunque nada comparado con el brillante pasado de este artista. Esta canción es una buena muestra de Camilo en estado puro, una balada interesante y bien construida, aliñada con buenas intervenciones del saxo. No es la única canción que nos retrotrae al Camilo de siempre. También otras como esos “Destinos marcados” o “Necesito un amor” contienen vapores de esencia de pasado

Por lo demás, una tanda de canciones que reverdecen viejos laureles con buenas muestras de soft pop como ese refrescante “Bienvenido amor” o ese pop latino de buena factura con guitarra a lo Carlos Santana titulado “Amor con doble vida”.

La anécdota del disco reside en ese canto a su ciudad natal, Alcoy, cantada en valenciano cargado de añoranza y sentimiento.

Con este disco Camilo vuelve a demostrar que, cual Rey Midas revivido, se las arregla para convertir en oro todas sus creaciones, aunque queden lejos de aquellas canciones de amor multitudinario que antaño le habían hecho famoso.