28.000 Puñaladas

28.000 Puñaladas

Tras consolidarse como alternativa y alcanzar el éxito con “Besos De Perro” (DRO, 2002) el grupo tenía ahora el reto de conseguir mantener el nivel que les había llevado hasta allí; como mínimo, demostrar que el éxito de la banda no era casualidad. La verdad es que lo consiguen parcialmente. Para lograrlo arriesgaron lo menos posible y repitieron en las decisiones que sin duda fueron acertadas: Por un lado contar de nuevo con Iñaki Uoho Antón (Extremoduro, Platero y Tú) para las labores de producción; por otro lado, seguir haciendo lo que se les da bien, rock urbano, áspero y enérgico. Mezclando, que no agitando (juro que no he visto una peli de James Bond en meses, aunque me haya salido esta expresión) ruidosos acordes y guitarreos con poesía canalla, descarnada, no exenta de belleza.

Aún así sabiendo que es necesario evolucionar, la banda incorpora alguna novedad en los recursos de su repertorio, no demasiado arriesgadas, pero dignas de mencionarse.

Abren con “La rueca”, tema con gancho, en los que nos muestran que han aprendido a dejar a Kutxi cantar las estrofas acompañadas solamente de la base de bajo y guitarra (recurso muy grunge, pero muy socorrido cuando tiras de guitarras muy distorsionadas); tras la sugerente “A caballo” y “La Virgen del Fracaso“, donde Kutxi canta casi al límite de sus cuerdas vocales, nos encontramos una atractiva “Con la camisa rota“. Kutxi recupera el buen gusto en las letras: “Vengo a robarte la siesta con la manilla del desván / con toses de carretero vengo vendiendo cal / y es que traigo colmo en los cajones / de hollín de mis pulmones, de agujas de tejer, / chispas del cruzar de cables de ojitos miserables / que no quisieron ver”.

Una progresión clásica de rock and roll tienta al oyente en “Latido Jondo” (destaca la presencia de un hammond) y un hermoso puente de guitarras cristalinas, Kutxi canta inspiradísimo, y rematan la canción con un solo a ritmo tranquilo, perfectamente ejecutado.

En la misma línea de tocar a ritmo pausado  y prudente suena “El hijo de la Inés”, para volver a su rock que se desangra de desamor en “Dos alpargatas”: “Son un barreño tus tristes ojos / cuando no estamos cerca somos dos gorriones cojos / dos alpargatas de piel de saco / y un puerto cada cama donde no atraca ni un barco“.

En la misma línea aparece “Como los trileros” (si bien no con una letra especialmente meritoria, pero tampoco mal planteada) en la que colabora  el poeta Manolo Chinato, para seguir con “Ciudad de los gitanos” en la que adaptan un texto de Federico García Lorca, acompañándola de infinidad de recursos, quedándo una canción redonda y hermosa, que desgrana belleza: “Los caballos negros son / las herraduras son negras / sobre las capas relucen / manchas de tinta y de cera / Tienen por eso, no lloran / de plomo las calaveras / con el alma de charol / vienen por  la carretera”.

Sigue una vulgar y con poca chicha “Al culo de una lombriz“, en la que lo más destacable es la presencia de Rosendo Mercado colaborando en las voces. Cierra el disco “Que se joda el viento”, que resulta ser un tema bastante evocador, vuelve el amor inmortal que puede con todo a ser el protagonista: “Y báñate en mis ojos que se joda el mar / que quiera mecerte a su antojo / si no somos nadie a nadie va a encontrar / y si a las heridas quiere echarles sal / solo va a encontrarse cerrojos / y las cicatrices de la soledad “.

Aunque tiene momentos en los que igual se esperaba a unos Marea más centrados, el disco finalmente tiene un poso a rock bien intencionado, quizá menos rabioso que antes, pero más concienzudo en la faceta musical. Marea sigue su andadura con paso firme, esperando que las musas no les hagan abandonar el camino.

Grupo:

De vez en cuando aparecen algunos valientes...

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Tracklist:

CD 1

  1. La rueca
  2. A caballo
  3. Virgen del Fracaso
  4. Con la camisa rota
  5. Latido Jondo
  6. El hijo de la Inés
  7. Dos alpargatas
  8. Como los trileros
  9. Ciudad de los gitanos
  10. Al culo de una lombriz
  11. Que se joda el viento

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