CEBARSE POR GUSTO

Oh, idílica campiña francesa, con sus ríos remansados y sus colinas de lustroso verdor, por cuyas faldas se bambolean manadas de ocas ultracebadas a la espera de que se les hipertrofie el hígado y pueda fabricarse con él un exquisito foie. Nadie como los franceses para el arte de convertir toda esa grasa supurante en una orgía de sabor. Pero hoy día prima la dieta sana, lo “light” y lo “bajo en”, así que se consume menos foie. Malos tiempos para la caloría.

Reivindiquemos aquí, por tanto, el gusto de colapsarnos las venas de vez en cuando con un chute de buen paté. Mejor aún si además lo combinamos con carne de ánade, porque pese a la redundancia de ingredientes, untar un poco de foie sobre una lasca de solomillo de pato potencia ambos sabores hasta lo sublime. Conviene pringarlos con una punta de mermelada de fresa y acompañarlos con un trozo de naranja antes de llevárselos a la boca, que así se vuelven más ligeros. Es un bocado contundente y etéreo a la vez.

También la música de Alias Galor era ligera y densa al mismo tiempo. La voz de Xesca Fort flotaba sobre la maraña sonora que desarrollaban sus tres compañeros de banda. Las sedosas piruetas vocálicas hacían de contrapunto exacto a la tensión y la contundencia instrumental. Se comprenderá entonces que, con semejantes argumentos musicales y habiendo titulado “Galorías” (Jabalina, 1995) uno de sus discos, sea este el indicado para preparar un pato con foie. Y a comerlo después como carpantas, que un día es un día, y siete, una semana.

Sugerencia del chef: Quien desee cocinar unos sesos rebozados, puede acudir a su siguiente disco –“Bi-Tensión” (Jabalina, 1998)-, pues la letra de la canción “Gourmet” es el recitado paso a paso de cómo elaborar dicha receta.

Twitter: @goghumo